Escrito por Russell Friedman Mar 25, 2013
Traducido por Grace Frank Método Grief Recovery México











Cuando trabajamos con niños con dolor emocional hay muchas cosas que puedes hacer para ayudar. Aquí hay una lista muy simple a la cual referirse cuando te das cuenta de que tu hijo está sufriendo dolor emocional. Para encontrar que eventos se consideran experiencias de duelo por favor revisa la lista dándole un clik aqui
SI debes de:
• Empezar tú. Como adulto eres el líder.
• Di la verdad acerca de tus sentimientos. Esto establecerá un tono de confianza y seguridad. Reconoce que el duelo es emocional, no intelectual, y que el tener sentimientos de susto o de tristeza son reacciones normales ante cualquier evento de pérdida.
• Acuérdate que cada niño es único y que tiene una relación única con lo que oirá y creerá acerca de una pérdida.
• Se Paciente. Dale al niño tiempo para formar sus opiniones. Asegúrate de sembrar ideas sanas sobre cómo hablar de los sentimientos.
• Escucha con el corazón, no con la cabeza. Deja que las emociones se expresen, sin juicio o crítica.


NO debes de:
• No digas “No tengas miedo.” El miedo es la respuesta más común ante la pérdida, para niños y adultos.
• No digas “No te sientas triste.” La tristeza es una reacción sana y normal ante la pérdida.
• No les preguntes a tus hijos como se sienten. Igual que los adultos, el miedo a ser juzgados les hará responder de manera automática “Estoy bien”, aunque no lo estén.
• No actúes como el fuerte ante tus hijos. Interpretarán la “ausencia de sentimientos” como algo que se supone que deben copiar.
• No compares sus vidas o situaciones con las de otros en el mundo. El comparar siempre minimiza los sentimientos.
• No hagas promesas que no podrás cumplir. En lugar de decir “Todo va a estar muy bien”, di “Haremos todo lo posible por estar seguros.”
• Que no se te olvide que los niños son muy listos. Trátalos con respeto y dignidad, como te gustaría que los demás te trataran a ti.

Para conocer más acerca del duelo y los niños, por favor lee nuestro libro “Cuando los niños sufren”