Nota del Editor: Este artículo tuvo la co-autoría de Ed Owens, quien experimentó personalmente la muerte de uno de sus hijos, Eddie Ryan, que murió cuando tenía 3 años. El camino de Ed después de la muerte de su hijo lo llevó al Método Grief Recovery, que le permitió tomar las acciones de superación necesarias para sanar su corazón roto. Hoy día, ayuda a los dolientes del mundo como el Director de Operaciones y es uno de los entrenadores para el Instituto Grief Recovery, entrenando y certificando Especialistas del MGR y a especialistas Avanzados de MGR.
Decir que la muerte de un hijo es un evento que altera la vida es una afirmación que la subestima completamente. Nadie puede entender su verdadero impacto si no ha tenido que manejarla. A menudo se dice, “nuestros hijos son nuestro futuro.” Cuando un hijo muere, se nos roba ese futuro que visualizamos, como una parte permanente en nuestras vidas, y la pérdida puede ser abrumadora, más allá de lo que imaginamos posible.
El impacto continuo de ese tipo de pérdida fue traído a nuestra mente la semana pasada por otra muerte. El domingo 3 de febrero de 2019, Kristoff St. John, quien fue parte del drama de televisión “The Young and the Restless”, por más de 25 años murió en su casa de California. Yo conocía a una de sus co-estrellas de programa y había hablado con su hijo que estaba aturdido por la noticia y no tenía más que cosas maravillosas que decir acerca de él. Este artículo, sin embargo, no es acerca de su muerte, sino más bien de algo que se ha discutido en muchos de los artículos que reportaron la noticia de su muerte. En 2014, su hijo Julián murió.
Julián era paciente en un hospital mental cuando se suicidó. El impacto continuo de esa muerte llevó a Kristoff a buscar tratamiento de salud mental en 2017 para que le ayudara a manejar el dolor emocional que esto trajo a su vida. Como respuesta a las preguntas acerca de las razones de su tratamiento, su ex-esposa Mia St. John, fue citada una vez en Entertainment Tonight, diciendo: “Ningún padre debe enterrar nunca a un hijo, y para los que lo hacen, es una pesadilla que los sigue para siempre. La muerte de nuestro querido hijo Julián, nos ha costado mucho a ambos. Él [Kristoff] es un actor y aunque parece entero en el exterior, tiene el corazón roto. Como sociedad necesitamos empezar a tomar a la salud mental seriamente y darnos cuenta de que nadie es inmune.”
De lo que esto habla es del impacto continuo de la muerte de Julián St. John, como CNN reportó, uno de los posts finales de Kristoff St. John en Twitter el 21 de enero de 2019, fue el retweet del post: “El duelo por la muerte de un hijo es un proceso. Empieza el día de su partida, termina el día que el padre se une a él.”
La muerte de un hijo impacta a cada padre de diferente manera. Aunque el impacto de la pérdida de un hijo llegue a las noticias, cuando los padres son políticos o celebridades, eso no significa que sientan un dolor emocional mayor o menor que aquellos alejados de la vista pública. Simplemente significa que tienen que vivir a través del dolor de esa pérdida en frente del mundo. A todos se nos recuerda su dolor personal hasta que mueren o desaparecen completamente de la vista del público. Con las historias recientes de la muerte del ex-presidente George H. W. Bush se mencionó la muerte de su hija Robin, a los tres años de leucemia, y de cómo impactó su vida. De igual forma, desde el pasado, hay historias del dolor que la viuda de Abraham Lincoln sufrió, después de la muerte de su hijo adulto, Thomas; y del de John y Jacqueline Kennedy después de la muerte de su hijo recién nacido Patrick. Esos padres que viven fuera de los reflectores también sufren, pero a menudo sienten que su dolor es olvidado por los que los rodean, ya que frecuentemente no se discute entre los miembros de la familia ni entre los amigos, y ciertamente no aparecen en las noticias. El dolor del duelo y de un corazón roto es un dolor escondido, no como algo roto que los demás puedan ver. A menudo los familiares y amigos te darán razones lógicas para que no te sientas triste, pero, ¡el duelo es emocional y no es lógico!
Tomar “Acciones de Superación” para enfrentar un futuro diferente del que habías planeado
Aunque ciertamente sigamos en duelo por la pérdida de nuestro hijo, eso no significa que no hay cosas que puedas hacer para ayudar a disminuir el dolor emocional permanente que esta pérdida trae a nuestras vidas. Demasiado a menudo, las personas se ven tan abrumadas por ese periodo de tiempo que llevó a la muerte, que ensombrece cualquiera de los momentos felices anteriores a esa pérdida. Esto es especialmente cierto para un padre que pierde a un hijo, sin importar la causa de la muerte. En algunos casos, ese dolor es tan abrumador que impacta negativamente a la relación entre los padres de ese hijo o de otros hijos que pudieran tener.
El tomar acciones para moverse más allá del poder de ese dolor no tiene nada que ver con el olvidar a ese hijo. A menudo he hablado con padres que tienen miedo de colocarse fuera del duelo, pensando que la “superación” es sobre olvidar, o, que de alguna manera podría parecer que intentan minimizar su perdida emocional. ¡Eso difícilmente es la verdad!
Para tantos padres que han sufrido la muerte de un hijo, el tema se vuelve el “elefante incómodo en el cuarto”. Todos los que conocen a los padres, saben de su pérdida. Y mientras que algunos harán bienintencionados comentarios intelectuales, u ofrecerán consejos tratando de ser de ayuda, muchos simplemente buscarán evitar tan solo mencionar al hijo o a su muerte. Para los padres, ésta es una experiencia muy dolorosa; los comentarios bienintencionados a menudo no son de ayuda y el evitar el tema es a menudo aún más doloroso. El padre(s) a menudo siente que la vida ha seguido avanzando para todos los demás y cuando nadie quiere ni siquiera reconocer el nombre de su hijo, o mencionarlo, esto les hace sentir que ya fue olvidado. Esto puede llevar a que el padre(s) se sienta muy aislado en su dolor y lastimado por quienes le rodean.
Un padre que ha perdido a un hijo quiere, necesita hablar de él. Tienen una gran cantidad de cosas que quieren comunicar acerca de su hijo, de su vida y el impacto que la vida y la muerte de ese hijo ha tenido en ellos. Lo que tiene que decir, necesita ser escuchado, aunque remueva mucho una gran cantidad de sentimientos conflictivos y de emociones dentro del padre. El tomar acciones efectivas de recuperación realmente permitirá al padre el ser capaz de dejar que todos esos recuerdos queridos resurjan y sean disfrutados de nuevo, a pesar de la pérdida. En lugar de evitar la mención del nombre del hijo, por miedo al dolor que se asocia al recuerdo de la pérdida, esos padres pueden ahora, una vez más, compartir todos los elementos positivos de esa relación con otros.
La clave de tomar acciones efectivas de superación tiene que ver con el manejo de todos los “asuntos emocionales” que no se completaron y que acompañan a cualquier pérdida. Esos asuntos no completos se relacionan a todos esos momentos que deseamos que hubieran sido diferentes o mejores dentro de nuestra relación con ese hijo. Tienen que ver con los sueños y expectativas que había de que hubiera más tiempo juntos. También tiene que ver con los sueños de un futuro juntos que nunca se realizará como estaba planeado. Una vez que se han atendido esas cosas, todos los elementos positivos de esa relación pueden resurgir sin el recuerdo constante del dolor emocional asociado al final de esa vida.
La forma de completar esto está descrita en el “Manual de Superación de Pérdidas Emocionales” de John W. James y Russell Friedman. De hecho, la fundación del Método Grief Recovery está basada en realidad en la muerte del primer hijo de John, y en todos los pasos que tomó para colocarse más allá de la nube de duelo que estaba experimentando.
John, como muchos otros padres, estaba tan devastado por la muerte de su hijo que no estaba seguro del significado de la vida para él. La única cosa en ese momento, que le daba una razón para vivir era que tenía una esposa y una hija que dependían de él. A pesar de eso, se dio cuenta de lo difícil que era funcionar debido al dolor emocional que estaba experimentando. Buscó herramientas que le asistieran en ese viaje, pero no encontró nada que fuera realmente de ayuda. Desde entonces ha dicho que la única cosa verdaderamente brillante que ha hecho en su vida fue el conservar notas de cualquier paso que tomó y que parecía hacer una diferencia positiva. Esas notas eventualmente se convirtieron en el Método Grief Recovery.
El Manual Superando Pérdidas Emocionales, a diferencia de los otros libros que encuentras acerca del duelo y la pérdida, no es solamente la historia de la dolorosa experiencia de una persona, o un libro de texto para “educarte” en la materia, sino más bien un plan de superación guiado. También ilustra cada uno de los pasos con ejemplos de cómo usaron el Método los autores para tomar las acciones con sus propios temas de pérdidas personales.
Puedes usar este libro por ti mismo, o con la ayuda de un Especialista del Método Grief Recovery, a quien el Instituto Grief Recovery ha certificado para que sepa como ayudarte. Si hay un Especialista en tu comunidad, puedes trabajar con él, uno-a-uno o en un Taller de Grupo del Método Grief Recovery, donde estarás con otros que también han sufrido el dolor de la pérdida. Si no hay especialistas en tu área, puedes asistir a uno de los Talleres Intensivos Individuales de dos días del Instituto. Y hasta puedes trabajar en línea con un Especialista, quien te guiará a través de cada paso. Lo que es realmente importante es que hay un programa que ha sido usado efectivamente alrededor del mundo para ayudarte en tu viaje personal hacia la superación.
Sin importar la edad a la que murió tu hijo, la pérdida puede tener un impacto de por vida en ti. Mas allá de dejar que esa pérdida te impacte negativamente la vida, y tu habilidad para disfrutar los momentos positivos que tu hijo llevó a tu vida, puedes tomar acciones de recuperación. Aún si la relación tuvo retos, debido a las opciones que tomó tu hijo que le impactaron negativamente, eso no significa que tu no puedas una vez más disfrutar completamente y compartir las cosas positivas que él trajo a tu vida.
Por favor no dejes que el legado de tu hijo sea que su muerte se llevó también tu vida. Como un padre en duelo a otro, el legado de nuestros hijos puede ser que honremos su vida al escoger el vivir la propia sin dolor.