Escrito por: Stephen Moeller Mayo 24, 2018
Traducido por: Grace Frank Método Grief Recovery México

Hace algunos años, Robin Williams fue citado ampliamente al decir “El suicidio es la solución permanente a un problema temporal.” A primera vista esto suena muy lógico. El problema es que la idea de terminar la vida con el suicidio es una opción muy emocional, a menudo relacionada con temas que han producido duelo en la vida de esa persona. Las emociones raramente se ven impactadas por la lógica. Para la persona contemplando el tomar su propia vida sus problemas a menudo parecen insuperables y difícilmente temporales. Para muchos, lo que parece es una “solución permanente para un problema permanente o que (nunca termina).” El error de usar la lógica para manejar los temas emocionales es algo en lo que nos hemos enfocado por años en el Instituto Grief Recovery.
Hay un número de razones por las que las personas podrían escoger el suicidio. El discutir las razones detrás de él no es la razón de este artículo. Hay una variedad de sitios en la red que se relacionan con el suicidio y con la prevención del suicidio que se pueden encontrar con una búsqueda en Google. Nuestro enfoque, en el Instituto Grief Recovery, está en ayudar a las personas a manejar las secuelas de ese acto. Es suficiente decir que la mayoría de los que deciden terminar con sus vidas nunca toman en consideración que a los que dejan atrás se verán impactados negativamente por la acción que han tomado.
De acuerdo al Centro de Control de Enfermedades (CDC), el suicidio es la 10ª causa de muerte en los Estados Unidos. Tristemente, no solamente los Estados Unidos se ven afectados por el suicidio. ¡Esta es una acción que golpea a las personas mundialmente!
El problema con el uso del término, “Sobreviviente del Suicidio.”
A las personas que se han visto impactadas emocionalmente por el suicidio a menudo se les refiere como “sobrevivientes del suicidio.”
En realidad, esta etiqueta racional es en realidad una mala denominación. La única verdad es que los sobrevivientes del suicidio son aquellos que fracasan al tratar de terminar sus vidas. Aquellos que se quedan para manejar el dolor emocional de ese tipo de pérdida, son de hecho dolientes. El darles a ellos alguna otra etiqueta simplemente sirve para tratar de evitar el término “doliente.” El ofrecer a las personas una etiqueta sirve muy poco para ayudarles a recuperarse del dolor emocional.

El concepto de darles etiquetas diferentes a los dolientes se ha vuelto muy popular en los últimos años. Duelo Complicado, Duelo Retrasado, Duelo Anticipado, Duelo Enmascarado y Duelo Acumulado son algunos de los más comunes. Algunas veces esa “etiqueta” puede crear una disuasión de tomar las acciones de recuperación. Si alguien te dice que estás sufriendo de alguna de esas clases de duelo, pero no te ofrece los pasos posibles para colocarte más allá de ese poder, es muy fácil simplemente aceptar esa etiqueta como parte de tu vida y seguir sufriendo. Nuestra sociedad es muy buena al decirle a las personas lo que está mal con ellos, pero no necesariamente ofreciendo soluciones para llevarlos a tomar acciones enfocadas en la recuperación.

¿Por qué los que tienen que manejar el suicidio de alguien que quieren sufren tanto?
El suicidio puede dejar una secuela de sentimientos abrumadores a su paso. La pregunta de “¿Por qué lo hicieron?” A menudo se queda completamente sin respuesta, aunque hayan dejado una nota. La mayoría de nosotros nunca hemos aprendido algún mecanismo que nos pueda ayudar a manejar lo incompleto asociado con esta pregunta.
Después de un suicidio, aquellos que se quedan también pasan una gran parte del tiempo buscando las señales que no han notado o las maneras en las que hubieran podido prevenir que sucediera. Estos son los pensamientos normales y naturales que enfrentan estos dolientes. Es fácil, en retrospectiva, para cualquiera ver las diferentes oportunidades que hubieran podido tener cuando se enfrentaron con un evento tan trágico. Una vez más, es una situación en la que se trata de usar la razón para manejar un evento tan emocional. El problema obvio es que nunca vamos a poder saber realmente lo que sucede dentro de la cabeza de alguien más sin importar que tanto tratemos de convencernos de que puede ser de otra forma.
Tristemente, también, algunas personas encuentran un apoyo mucho menos positivo y de utilidad de aquellos que los rodean después de una dolorosa pérdida emocional de ese tipo. Mientras que las actitudes han cambiado con el paso del tiempo, y más se ha dicho y escrito acerca del suicidio, muchos dudan antes de compartir con los demás que esta fue la causa de la muerte. Dentro de muchos, hay todavía una sensación de miedo de decirles a los demás que una persona amada tomó su propia vida, basados en la preocupación sobre la reacción de los demás. Este puede ser un problema particular dentro de algunas comunidades religiosas, donde el suicidio pude ser considerado como un acto “pecaminoso.” Esta inhabilidad para compartir con otros confortablemente el dolor emocional que estamos manejando complica más el proceso de duelo. Los miedos a las preguntas y comentarios que pueden venir de los demás arroja el resultado de que estos dolientes supriman más aun las emociones, y no tomar los pasos que se necesitan realmente para moverse a través del duelo y del proceso de recuperación.

¿Qué es el duelo?
¡El Duelo es la respuesta normal y natural ante cualquier cambio que sucede en nuestras vidas! Cuando este cambio es causado por una muerte repentina e inesperada, los que se quedan se encuentran a menudo con una gran cantidad de “asuntos sin terminar” acerca de esa relación emocional.
Esos dolientes están pensando acerca de todas las conversaciones y discusiones que nunca se resolvieron completamente.
Ellos piensan sobre cosas que desearían que hubieran sido diferentes en esa relación.
Ellos también se encuentran ante un futuro que es muy diferente al que esperaban, esa persona sigue siendo parte de su vida.
Descrito simplemente, tienden a enfocarse en las cosas que desean que hubieran sido diferentes, mejores o más abundantes en esa relación.
Esas preguntas y los temas emocionales son comunes para todos los dolientes.
Desafortunadamente, la mayoría de las personas nunca han aprendido o no se les han proporcionado herramientas útiles para manejarlos.
La mayoría de nosotros pasamos toda la vida aprendiendo como suprimir nuestros sentimientos dolorosos y tristes, más que aprender cómo colocarnos más allá de su poder estrangulador y devastador.

¡Las buenas noticias son que hay maneras positivas y efectivas de avanzar a través de este difícil proceso de duelo!
El Método Grief Recovery es un acercamiento verdaderamente efectivo para manejar las pérdidas emocionales en tu vida. Su diseño lo hace un mecanismo particularmente efectivo para quienes están manejando la pérdida de una persona querida por un suicidio.
Este Método está completamente diseñado para completar los asuntos inconclusos en las relaciones. Está descrito en el “Manual de Superación de Pérdidas Emocionales”, escrito por John James y Russell Friedman.
Más que ser un libro de texto que solamente te dice qué hacer, es un viaje guiado que empieza con la explicación de la “información equivocada”, que la mayoría de nosotros aprendimos desde una temprana edad, acerca de cómo manejar los eventos emocionales dolorosos. Con frecuencia se nos ha dicho que “seamos fuertes,” “mantente ocupado” y “no te sientas mal” cuando nos sentimos tristes. Esto raramente nos hace sentir mejor, en cambio, nos alienta a “esconder” nuestros sentimientos. Ese dolor emocional no se aleja, sino que esta presente cada vez que recordamos esa situación o pérdida. Cada vez que la tristeza resurge, es un recordatorio de que nunca hemos manejado efectivamente ese dolor emocional.
Los autores te guían a través de los pasos necesarios para manejar ese dolor emocional, ilustrando cada uno con ejemplos de cómo tomaron esas acciones de recuperación. El resultado neto es que serás capaz de disfrutar los recuerdos agradables que esa persona trajo a tu vida, más que enfocarse constantemente en su muerte. En esas ocasiones en las que la persona te dejó con una gran cantidad de dolor emocional (y muy pocos recuerdos agradables), te proporciona el plan de acciones necesarias para escapar de ser un cautivo de esos eventos dolorosos.
Este es un plan de acción que puedes tomar solo, o con la ayuda de un Especialista entrenado en el Método Grief Recovery y certificado por el Instituto Grief Recovery. Hay una lista de esas personas disponible en info@metodogriefrecovery.com
A diferencia de los grupos tradicionales de apoyo, que simplemente te fuerzan a deshacerte de tu dolor emocional con pocas esperanzas de recuperación, este programa se enfoca en hacerte avanzar. Te permite no anclarte en tus recuerdos dolorosos de una vez por todas.
He trabajado con más de 100 personas, al paso de los años, aquellos que han perdido personas queridas ante el suicidio y lo han visto funcionar para ellos.
¡Puede funcionar para ti también!