Escrito por: Steve Moeller Apr 12, 2017
Traducido por: Grace Frank Método Grief Recovery México

Como profesionales del duelo, nuestra meta es ayudar a todos a manejar con esa confusa emoción llamada duelo. Este es un reto particular cuando está relacionado con los niños. Aquí hay 3 cosas importantes que debes saber concernientes con los niños y el duelo. Mantener estos puntos en la mente puede ser de mucha ayuda cuando tratas de ayudar a padres que están ayudando a sus hijos.

Punto Uno – Los niños aprenden cómo manejar el duelo a edad muy temprana
La inmensa mayoría de los padres no se dan cuenta que los niños, a la edad de 3 años, han aprendido o desarrollado el 75% de las habilidades que usarán por el resto de sus vidas para manejar los temas que enfrentarán. Como profesionales, podríamos ser completamente conscientes de esto basados en los cursos de psicología básica del desarrollo humano que tomamos en la escuela.
Sin embargo, la mayoría de los padres raramente saben o piensan acerca de esto a estar manejando el día a día de sus hijos. Los padres se encuentran en el momento, al hablar con sus niños y casi seguramente sin tomar en consideración como es que los niños almacenan las cosas en su sistema de creencias personal.
Mientras que la gran mayoría de la información que les pasan es valiosa, mezclada con esa información Buena puede haber mala información de cómo manejar las pérdidas.

Punto Dos – El Duelo es más que una Repuesta Emocional ante la pérdida.
Cuando se menciona la palabra “duelo”, la inmensa mayoría del público en general automáticamente pensará en la muerte. El Duelo ciertamente es una reacción emocional a una muerte. En realidad, es la respuesta normal y natural ante cualquier cambio que experimentamos en la vida. Los niños no necesitan estar manejando una muerte para experimentar duelo.
El duelo viene en muchos paquetes diferentes. Muchas de las pérdidas que impactan a los niños pueden parecer insignificantes para un adulto. Como lo discutimos en un artículo previo dirigido a los dolientes, el ejemplo de que la pérdida de una pelota puede no ser importante para un adulto porque sabemos que siempre lo podremos sustituir por uno nuevo. Sin embargo, para un niño pequeño esa pérdida puede ser abrumadora. Así mismo, como adultos, nos hemos acostumbrado a que los amigos nos digan cosas que encontramos molestas. Nos podemos ofender, en el momento, pero casi siempre podemos ver ese comentario desde una perspectiva más amplia, basada en nuestra relación, sin dejar que esa afirmación no tenga un impacto emocional duradero en nosotros. Los adolescentes y pre adolescentes no tienen una perspectiva adulta y pueden encontrar un comentario negativo o una falla de confidencialidad devastadora emocionalmente. En ambas situaciones, los niños están manejado situaciones muy reales de duelo.
Aun sin darse cuenta, ¡la forma en que los padres responden a esas experiencias tempranas de duelo puede establecer un patrón para lo manera en que el niño aprende a manejar las pérdidas por el resto de sus vidas! Aunque esos padres no vean esas experiencias tempranas como relacionadas con el duelo, ellas sin embargo han implantado una respuesta reactiva a las pérdidas en el sistema de creencias de sus hijos; es algo que sucede. Como dijimos antes, ¡un niño es la cosa más compleja que traeremos a casa que no tiene las instrucciones detalladas en sus pompas!
Punto Tres – La educación temprana sobre las pérdidas para los padres ayuda a preparar a sus hijos para la vida: la educación del duelo es prevención.
La mayoría de los padres nunca piensan acerca de ayudar a sus hijos con las pérdidas emocionales hasta que hay una crisis de alguna forma. Puede ser la muerte de un miembro de la familia, un amigo, o una mascota la que los fuerza a actuar. Puede ser un divorcio o algún otro evento importante en la vida. Raramente se dan cuenta que ya, inadvertidamente, les han dado a sus niños herramientas poco efectivas para manejar esta pérdida, con los temas “menores” que sus hijos experimentaron.
Cuando los padres se enfrentan con ese tipo de crisis, igualmente se encontrarán con una pérdida. El primer pensamiento puede ser mandar a sus niños con un “profesional” por ayuda. El problema es que estos niños pueden ver el consejo profesional en conflicto con lo que han aprendido. Un factor que complica las cosas, sin importar el valor de lo que este profesional trata de enseñarles, puede ser información conflictiva si los padres no se encuentran en la misma página que el profesional. La información mezclada o las interacciones con los niños pueden crear una mayor confusión.
Aquí es donde el libro “Cuando los Niños Sufren” y el apoyo de los programas de grupo que hemos creado para los padres, pueden ser herramientas notablemente efectivas. Ambos fueron diseñados para descubrir que sus hijos experimenten los problemas relacionados con el duelo y la pérdida.
Más que querer que los padres reconozcan que están batallando con la ayuda para que sus niños aprendan a manejar una pérdida abrumadora, les puedes ayudar por adelantado. Este libro y los principios que enseña, son usados efectivamente son efectivos cuando son usados para ayudar a los padres en el desarrollo temprano de la infancia. Ofrece a los profesionales el duelo la oportunidad de alcanzar y proveer herramientas efectivas a los padres en la situación prenatal. ¿Por qué esperar a hasta que se presente un tema de duelo para ayudar a los niños? ¿No hace más sentido enseñar a los padres las cosas que necesitan saber para ayudar a que los niños se sientan seguros para expresar su tristeza durante esos primeros tres años? Otra vez, es cuando estos niños están empezando a desarrollar el sistema de creencias que usarán el resto de sus vidas. Es justo decir que la mayoría de los educadores en recuperación del duelo no encuentran personas sino hasta que ocurre un evento de pérdida. Te animo a que busques proactivamente oportunidades o foros en los que puedas empezar a enseñar a todos, las cosas que pueden ser de vital importancia por adelantado antes de la pérdida. Más que etiquetar esas pláticas como enfocadas en recuperación del duelo, puedes en su lugar referirte a ellas como enseñanza de habilidades de sobrevivencia. ¡Este es seguramente un tema que atraerá multitudes!